Francisco Álvarez-Cascos era el secretario general del PP cuando ETA atentó contra José María Aznar con un coche bomba en 1995. Un ataque del que salió ileso, en buena medida gracias al vehículo blindado en el que viajaba. Pero no siempre fue así.
"En la primera legislatura, él tenía un coche que era un Audi 200 pero que el blindaje se había hecho sobre un coche de serie", recuerda el expresidente asturiano, que señala que esto producía "un porcentaje de averías muy grande, como consecuencia de que no estaba preparado para soportar un blindaje de esas características".
Por ello, cuenta, en noviembre de 1993 le propuso comprar otro más seguro: "Le dije: 'José María, tenemos que cambiar de coche y yo te propongo adquirir un coche blindado que venga blindado de fábrica'", recuerda Álvarez-Cascos. La reacción del entonces líder de la oposición, rememora, "con ese laconismo suyo", fue la siguiente: "¿Cuánto vale?".
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En el vídeo que ilustra estas líneas, Álvarez-Cascos recuerda las reticencias de Aznar a comprar el blindado, que acabó costando unos 42 millones de pesetas, y cómo le convenció para adquirir el coche, que acabaría siendo clave para su supervivencia.
Un mal susto
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