El 9 de noviembre de 1987, a las 09:20 horas, todavía con ese buen tiempo que caracteriza a la Costa del Sol, Raymond, el hijo mayor de Nakachian, sale con su BMW rojo de Villa Melodie con su esposa Deborah, su hermana Melodie y la hija de Deborah y Raymond. El hombre va a llevar al colegio a Melodie, al colegio Aloha, que está en Marbella, un colegio muy exclusivo donde estudiaba la niña de cinco años.

"Nada más salir de Villa Melodie les intercepta una furgoneta, les golpea y les hace detenerse", explica la periodista Cruz Morcillo, que detalla que "de la furgoneta bajan entre cuatro y cinco encapuchados, que llevan dos escopetas, un aerosol de pimienta y una pistola". "Directamente, los encapuchados se dirigen a por Melodie, que va en el asiento trasero, la sacan a rastras", explica Morcillo, que afirma que "no pueden impedirlo ni Deborah ni Raymond porque oyen perfectamente cómo uno de ellos está montando la escopeta". Los secuestradores suben a Melodie a esa furgoneta y huyen del lugar.

La también periodista Georgina Cisquella, que cubrió el caso para TVE, explica los ingredientes que tiene el secuestro de Melodie para convertirse en algo con tanta trascendencia informativa: "Para empezar, una niña de cinco años". Después, la periodista detalla que los padres son "absolutamente exóticos": "Un multimillonario libanés y una cantante de ópera rock como Kimera". Además, el secuestro tenía de entorno la Costa del Sol, "que en aquellos momentos la imagen de la Costa del Sol era la imagen del lujo y esplendor, de famoseo y de fiestas en el Club Marbella".