Jugar con la plastilina es pura diversión para muchos niños. Moldear la masa de color, mezclar con otras y crear pequeñas piezas es una actividad muy entretenida para muchos pequeños e ideal para hacer junto a los padres.
Sin embargo, el protagonista de este vídeo parece no haber entendido muy bien la dinámica del juego. Y es que no duda en llevarse constantemente la plastilina a la boca, mientras su madre intenta todo el rato evitarlo.
"Parece que el niño escoge el color que más le gusta para llevárselo a la boca", dice Alfonso Arús al ver las imágenes. Patricia Benítez comenta, como anécdota, al ver la marca de plastilina, que tuvieron que "cambiarla de olor porque era muy apetecible". "A todos nos daba ganas de morderla al tener ese olor dulzón", asegura la colaboradora.
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(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de Aruser@s.