La contaminación de los océanos no deja de aumentar y buena prueba de ello son las impactantes imágenes de cómo un grupo de pescadores han sacado varias bolsas de plástico de la boca de un pez en Bahamas.
Con la erosión del agua, la arena y las rocas, muchos plásticos se acaban desintegrando y los animales marinos se comen las partículas. Después, estas las partículas les producen problemas digestivos y respiratorios, e incluso les pueden causar la muerte.
Sin embargo, también hay ocasiones, como esta, en las que los peces ingieren directamente los grandes plásticos.
No hay rincón en el planeta que se libre de este tipo de contaminación, se trata de un problema más que evidente que se debe atajar. Afortunadamente, todos vamos tomando conciencia.