Con el cemento fresco hay que tener mucho cuidado; algunas veces te puedes quedar atrapado al despistarte al no mirar hacia el suelo y pisar encima, y otras, por suerte, solo llegas a dejar la marca del zapato. Esto es lo que le ha pasado a este perrito, que no podía aguantar hacer sus necesidades y se ha colocado en mitad de una calle que está en obras y con el cemento recién puesto.

Lo gracioso del vídeo es ver como el can deja todo el rastro de sus patitas en la calle. "Aprovecha que no hay nadie para dejar el regalo", comentaba Alfonso Arús, a lo que Angie Cárdenas añadía que, "cuando vuelvan a pasar la máquina, eso tiene que quedar ya para siempre".

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de Aruser@s.