¿A quién no le gusta ver un bebé riéndose a carcajada limpia? Sus carcajadas, que van en aumento, son, cuanto menos, contagiosas. Y a esto se le añade que el bebé ríe tan intensamente que la cara se le cambia hasta de color. "Está más rojo que la camiseta de nuestra selección", comenta Alfonso Arús al ver que el pequeño tiene la cara roja como un tomate.

Y es que, a veces, no hace falta mucho para hacer reír a un niño, y si no que se lo digan al padre de este vídeo que únicamente juega con un globo delante del pequeño.

"¡No puede más!", es uno de los comentarios que se escuchan en plató mientras se emiten las divertidas imágenes. "Siempre hay un niño que se pone muy rojo y cuando sea adulto le seguirá pasando lo mismo. En clase siempre teníamos un compañero así", comenta Hans Arús.