Una amistad de tres generaciones se instala en el salón de la casa de América. La madre, la hija y la amiga de la familia recuerdan anécdotas, vivencias, incendios y risas en compañía de Albert Espinosa en el Camino a casa de Alaska. El presentador escucha con atención sus batallas de otros tiempos y siente completa admiración por la madre de la artista.
Él le enseña la carpeta que le han regalado a la invitada de hoy y, junto a ella, le cuenta todo lo que han hecho durante el programa. En su mochila lleva las dos latas de leche condensada que Olvido no ha querido y se las ofrece a América. Un kilo y medio, lo que la niña pesó al nacer. Ella sí las acepta de buen grado. "No le gusta, fíjate, y a mí me gusta con todo".
También le regala una estampa de Santa Rita. "Yo no he pedido tanto como la vida me ha dado", reflexiona ella con la imagen en la mano. "Me ha dado demasiado, me da hasta pena. Tengo que devolver", reconoce para sorpresa de su hija. "Pues nada, devuélvenos", responde ella.
Más Noticias
- David Bustamante habla de su hija con Paula Echevarría, Daniella: "Debe entender que somos unos privilegiados"
- Rosa López confiesa a Albert Espinosa por qué mintió acerca de dónde vivía para entrar en OT: "Yo luchaba por ese sueño"
- Roberto Leal sorprende a Albert Espinosa con la carrera que creía que iba a hacer: "Casi siempre pensaba en Bellas Artes"
- La sorprendente confesión de la madre de Bustamante sobre qué hizo con la pulsera de diamantes que le regaló
- El mensaje de Ana Peleteiro a su familia el día que enterraron a su abuela
"Santa Rita de los imposibles", recita Olvido. A esa le tenemos que pedir tú y yo cosas, le insinúa la artista a su amiga.