"Si quieres vender tu piso, ven a verme". Con este lema, el empresario inmobiliario Eduardo Molet se dedica a la nuda propiedad, un negocio inmobiliario que consiste en que el propietario de una vivienda venda esta a un precio inferior al del mercado. A cambio, puede seguir viviendo en la casa hasta su muerte.
Este negocio, que encuentra a sus principales vendedores en personas mayores que viven solas y habitualmente carecen de herederos, está haciéndose fuerte en España, si bien es una práctica común en otros países europeos. De hecho, la venta de nuda propiedad se ha incrementado en nuestro país un 300% el año pasado.
Se trata de una práctica inmobiliaria cada vez más extendida. El derecho a la nuda propiedad permite a una persona disfrutar y vivir en su casa sin necesidad de ser propietario de la misma. Ejerce como usufructuario de la vivienda pese a haberla vendida a un precio por debajo del valor de mercado.
Estas son las claves que explican la nuda propiedad:
- Cuando una persona adquiere una propiedad, obtiene lo que se conoce como pleno dominio, que se divide a su vez entre nuda propiedad y usufructo vitalicio. En este caso estaríamos hablando de vender sólo la nuda propiedad, con lo cual la persona seguiría disponiendo mientras viviese del usufructo de la vivienda.
- La nuda propiedad es el derecho que tiene una persona sobre una cosa. Sin embargo, adquirir la nuda propiedad no proporciona a una persona la posesión de la misma, ya que el usufructo pertenece a otra persona. De esta forma, otra persona podrá hacer uso y disfrute de la propiedad hasta que dicho usufructo finalice, siendo posible establecer un término fijo o determinando un usufructo vitalicio, es decir, hasta la muerte del usufructuario.
- Pese a que el comprador de la nuda propiedad sea dueño de la vivienda, no podrá disfrutar de la misma hasta la extinción del usufructo. Una vez llegado el momento, tendrá todo el derecho a disponer de la propiedad en buen estado.
- Una ventaja de este derecho es poder seguir haciendo uso de la vivienda para siempre por parte del usufructuario. Una seguridad avalada legalmente con las máximas garantías, registrado correctamente y con escritura ante notario. Además, el dinero de la venta se recibe en el instante de la cesión de la nuda propiedad y de una sola vez, permitiendo al usufructuario disfrutar de su propiedad y recibir esta compensación económica.
- Además, si el usufructuario no desea continuar viviendo en su casa, podrá alquilar la vivienda y obtener íntegramente esa renta. Eso sí, el arrendamiento se extingue en el momento del fallecimiento del usufructuario. Incluso el usufructuario puede vender el usufructo a una tercera persona y obtener otro ingreso.
- Con la venta de la nuda propiedad, los gastos derivados de la vivienda también serán menores para el vendedor, ya que éste pasaría a pagar únicamente aquellos correspondientes a los consumos ordinarios de la vivienda (agua, electricidad, gas), mientras que el inversor se haría cargo desde ese momento del IBI y las derramas extraordinarias de la vivienda.