El Lavaderu es una popular sidrería de Gijón situada en el turístico barrio de Cimadevilla donde sus trabajadores sufrieron durante años una 'mano negra' que les llevó al borde de la muerte. "Para nosotros no era un mero hecho de trabajar, para nosotros era como estar en nuestra casa, era como una fiesta continua", explica el encargado, Roberto Campomanes, que destaca que era su casa, donde estaban sus amigos y donde se lo iban "a pasar bien, además de trabajar".

"La plantilla fija, entre cocina y barra y sala, podríamos andar sobre unas diez personas", explica el encargado, que destaca que "por el verano, se podía triplicar la plantilla". La armonía reina en el equipo de la sidrería, en donde jóvenes y veteranos componen una familia entrañable cuyo destino va a cambiar radicalmente una mañana de mayo de 2011 con la muerte de Juan 'El Pistolas', su cocinero.

"Cuando terminabas tu jornada te prestabas a ir a tomar unas copitas", recuerda Benjamín Menéndez, uno de los camareros. Entre esta plantilla con tan buen ambiente se encontraban, Eva, que era la ayudante de cocina, al igual que Andrés, conocido como 'El Candasu'. "Nosotros decíamos que era como nuestro padre. Era el padrazo. Nos preparaba el café, el pincho cuando llegábamos por las mañanas...", recuerda Roberto del cocinero que terminó siendo detenido por haber envenenado a sus compañeros durante años.

Y es que la muerte de Juan 'El Pistolas' no fue el único problema de salud entre los empleados del local, aunque sí el más grave. Y es que los problemas de salud entre el personal venían de años atrás, cuando todos eran más jóvenes.