Habla Cristina Blesa, ayudante de camarera
"Firmé el contrato de trabajo en el hospital": cuando el envenenador de El Lavaderu la tomó con una nueva compañera
Cuando Cristina Blesa empezó a trabajar de ayudante de camarera en el Lavaderu no sabía la que se le venía encima. El ayudante de cocina, Andrés, estaba envenenando a la plantilla y ella acabó en el hospital.
Después de años de padecer el extraño síndrome, la muerte repentina de Juan El Pistolas, refuerza las sospechas de que en la sidrería El Lavaderu, en Gijón, hay una maldición o una mano criminal, aunque en este caso nunca se sabrá, porque el cuerpo de El Pistolas será incinerado sin mediar autopsia. Por tanto, oficialmente, la muerte será atribuida a un infarto fulminante.
Sin embargo, ni siquiera la muerte del cocinero va a perjudicar el éxito de El Lavaderu. Eso sí, para los trabajadores continúa siendo un lugar maldito, al menos, para los veteranos, porque ha habido cambio de dueño y con ello, nuevas incorporaciones. "Yo sustituí precisamente a Juan El Pistolas", cuenta Fernando Navareño, el nuevo jefe de cocina del local. "Igual no es la empresa que más paga, pero nosotros comemos ahí lo que nos da la gana, bebemos lo que nos da la gana", destaca el nuevo cocinero.
Otra de las caras nuevas de El Lavaderu fue Cristina Blesa, que entró a trabajar como ayudante de camarera a la sidrería con 23 años: "Entonces era muy niña, yo venía de Sevilla". Nuevas jerarquías, nuevas maneras de trabajar, pero hay algo que no ha cambiado en El Lavaderu: el síndrome maldito. "Al principio vino Gustavo y me dijo que pasaban cosas raras", recuerda Cristina, quien lo achacó a que la gente se ponía mala del estrés. Sin embargo, rápidamente la joven también sufrió un problema de salud: "Cuando yo me puse mala, no llevaba trabajando ni 20 días".
"Me entró un dolor de cabeza que al tercer día ya me fui al hospital", recuerda la mujer, que explica cómo "llevaba los ojos hinchados": "El ojo es que me ardía". "Me dejaron ingresada", explica Blesa, que destaca que firmó su contrato de trabajo en el hospital.