Este domingo, Gonzo regresa con una nueva temporada de Salvadosa laSexta. En su primer programa, el periodista investiga las denuncias de acoso sexual que varias mujeres, hasta 12 denuncias, han realizado en el CSIC. En concreto, el periodista profundiza en la historia de Mari Carmen Fernández, una mujer que trabajaba de camarera en uno de esos barcos y que, tras denunciar que fue agredida sexualmente, desaparición en alta mar.

"Es habitual lo que le pasó a Mari para que despareciese mientras trabajaba en un barco en alta mar", comenta el periodista sobre el caso de Mari Carmen Fernández en el plató de El Intermedio, donde explica que el día que cumplió su sueño de trabajar en un buque oceanográfico del CSIC "empezó su pesadilla", pues "durante cuatro años vivió un calvario del que se fue enterando su familia poco a poco".

"La historia que contamos es cómo una familia fue viendo a una mujer que se apagaba poco a poco porque en su trabajo la agredieron sexualmente y nadie la escuchó", detalla el presentador de Salvados, que critica que nadie actuara para ayudarla: "No la acompañaron sus compañeros de tripulación cuando pasó, no la acompañaron después y, mucho más grave, cuando el CSIC se enteró hicieron más bien poco y además le obligaron a volver al mismo barco, donde también estaba su agresor.

"¿Cómo puede ser que el CSIC, organismo público del Gobierno en teoría más feminista de la historia no hiciese absolutamente nada?", pregunta muy indignado Gonzo en el vídeo principal de esta noticia, donde destaca que cuando preguntaron a otras trabajadoras del CSIC sobre este caso, dijeron que no les sorprendía. "Si cuando había un muerto por el terrorismo etarra conocíamos a esa familia, cómo puede ser que cuando te matan por el género no tengamos el mismo interés", critica el presentador de Salvados sobre el poco interés mediático que suscitó la desaparición de Mari Carmen Fernández.

Por otro lado, Gonzo apunta que incluso en la actualidad continúa la superstición en un sector tan masculinizado como el mar de que cuando hay una mujer abordo, es "señal de mala suerte" y preguntan por qué no se protege más a las mujeres que quieren trabajar en él. Por último, el periodista también señala que el CSIC no quiso participar en el reportaje.