Una primera parte de la secuencia muestra cómo Ángel Hernández llamó al 061 para informar de que había ayudado a morir a su mujer. Una llamada llena de dolor, pero también esperanza a que con su testimonio las leyes sobre la eutanasia cambien.
Ángel Hernández cuenta muy emocionadoante las cámaras de El Intermedio que lo ha hecho "por ella" y se lamenta de que lo haya tenido que hacer él. "No se debería permitir que una persona llegara a esta situación", asegura.
"Espero que esto sirva para que el el Parlamento aprueben la eutanasia, la tienen que aprobar", pide Hernández. Que también explica cómo su mujer fue la que pidió por Internet el medicamento: "Ella quería constantemente tomárselo".
De repente le comienzan a llegar recuerdos, como él dice le "viene todo de golpe" y se emociona mucho. Llaman al timbre y ya llega Urgencias. Ante los sanitarios explica lo que ha pasado. Ellos le informan que tienen que "dar parte al juzgado y llamar a la Policía".
La Policía también llega a casa de Ángel Hernández. El médico explica a los agentes lo ocurrido, y le toman declaración. Le explican que va a ser investigado por un delito, algo con lo que él ya contaba.
La última parte de la secuencia son los momentos posteriores a la declaración policial. Cómo Ángel se encuentra abatido, con mucho dolor e incertidumbre, y sentencia: "Ahora soy un delincuente".
Así fue la llegada del Samur y la Policía a la casa de Ángel Hernández
Reflexión
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