La DANA ha devastado varias ciudades como Letur, en Albacete, o Paiporta, Chiva o Utiel, en Valencia. Andrea Ropero plantea al catedrático director del Observatorio Climatológico de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, en qué medida el trazado urbanístico hace que estas tragedias sean todavía peores. Olcina expone que este es un elemento "que agrava los efectos".

"Hemos ocupado el territorio en zonas que no deberíamos de haberlo hecho", añade. Olcina indica que existe una ley del suelo que obliga a hacer cartografías de riesgo desde el año 2015. "Todo lo que se ha construido en España, especialmente desde los años 60 hasta el último boom inmobiliario se ha hecho con poco respeto al medio natural", argumenta. El catedrático añade que se ha construido en espacios inundables o muy cerca de ríos o barrancos. "Cuando se producen este tipo de eventos extremos se demuestra cómo de desorganizado tenemos el territorio", afirma.

Olcina expone que, ante esta problemática, "no hay una solución mágica". "Hay que poner en juego mucho dinero", argumenta, "en algunos casos habría que llevar a cabo desalojos de esas viviendas en primera línea de río, en otros casos se podrán hacer algunas intervenciones". "Tenemos por delante una tarea muy importante", afirma, "en todos los análisis de riesgo es evitar la pérdida de la vida humana".