El Gobierno de colación ha aprobado la subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 950 euros. Un incremento que no ha sentado igual en todos los barrios. Thais Villas se traslada a un barrio rico y a un barrio obrero para qué les parece.
De entrada, a una vecina de un barrio rico le parece mal porque "hay que subir el suelo a los empleados y, entonces, tienen que cerrar muchos sitios". Una opinión que contrasta con la de un trabajador residente en un barrio obrero que la ve "insuficiente" porque "les faltaría bajárselo ellos y subírselo a los demás", asegura.
Una joven empresaria tampoco lo ve "correcto" porque la medida hace que "queramos irnos a a otros lugares a emprender donde nos den más medidas". Sin embargo, la chica cree que se podría apañar con 950 euros porque "la compra es muy barata, el transporte público está tirado, puedes irte a comer a cualquier restaurante económico. No veo el gran problema", señala.
La subida del SMI, aseguran en un barrio obrero, ayuda a poder pagar "la luz, el gas, los alquileres, el transporte y los impuestos" e incluso a un autónomo para desayunar más a menudo con su hija fuera de casa.
No está tan de acuerdo otro empresario porque tendría que "renunciar a todo. El esquí, el golf, el pádel...", comenta. Opinión que comparte otra señora de un barrio rico que asegura que con el SMI no se podría apañar. "No me da para pagar la casa y una asistenta. Tendría que suprimir a la asistenta que lleva 25 años en mi casa", comenta. Y es que para vivir tranquilo, uno de los vecinos necesitaría mínimo lo que gana: unos 5.000 euros.
Para terminar, en el barrio rico, una de las residentes hace una reflexión: "La gente quiere trabajar poco y cobrar mucho, hay que esforzarse bien. Cuando eres joven ganas menos y con el progreso vas ganando más. Si llegas a los 50 y tienes un sueldo bajo es porque a lo mejor no te has esforzado lo suficiente para llegar a ese buen trabajo con beneficios", señala.
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