Llenar el carrito en el supermercado se ha convertido en el último año en misión imposible para gran parte de la población española. Sin embargo, no en todos sitios se sufren de igual manera las consecuencias de las subidas de precio generalizadas ni la inflación. Así lo descubría Thais Villas en su sección 'Barrio rico, barrio obrero' mientras cotilleaba en las bolsas de la compra de los vecinos de ambas zonas.

"¿Cuál es el producto más caro que ha comprado?", le preguntaba Thais a una señora de barrio rico. "La carne, que llevo filetes de ternera y unos riñoncitos que le gustan a mi marido", explicaba la mujer mientras la redactora destapaba su cesta de la compra. "¿Sabes el pollo para quién es? Me da vergüenza decirlo. Para mi perro", confesaba sin que nadie le interrogara al respecto. "Tiene como 12 años. Es un Yorkshire muy chiquitín y le pongo su pollito, pobrecito, todos los días", explicaba. "Hay que cuidarle, angelito", comprendía Villa.

Otro señor se gastaba más de 60 euros en jamón "del bueno", sushi y otros productos, como los tomates, a 5 euros el kilo. Pero también había quien no se gastaba más de 20 euros y el caprichito que se permitía eran unos pistachos, como podemos ver en el vídeo principal de esta noticia.

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