El Gran Wyoming arranca su monólogo en El Intermedio, un poco "tristón" por las últimas noticias internacionales en Oriente Próximo. "¡Parece que el mundo se va a la mierda! Irán bombardea Israel, Israel bombardea Líbano y Gaza. El plantea es una gran mascletà. ¡Estamos a las puertas del apocalipsis! ¡Y yo soy muy joven para morir!", comenta el presentador.
Según Wyoming, a él le quedan muchas cosas por hacer antes de que estalle el apocalipsis. "Todavía no me he bañado desnudo en un lago. ¡Todavía no he participado en una orgía! Bueno, técnicamente sí, pero llevando el hielo para las bebidas", bromea.
Sin embargo, a pesar de su cómico comentario, Wyoming asegura que está tan abrumado que no sabe decir en estos momentos qué noticia "es la más grave de todas".
Lo único 'bueno' del asunto es que no tiene que elegir "porque ya hay quien ha elegido por mí y por todo el mundo", señala Wyoming, haciendo referencia al posicionamiento de los "mercados financieros".
"Las bolsas mundiales no pestañearon ante la muerte de 40.000 personas en Gaza, ni mucho menos ante la invasión de Líbano", comenta, pero en las últimas horas "se han inquietado bastante". No por el peligro de una posible masacre en Oriente Próximo, sino por el petróleo, y, por lo tanto, su posible efecto "a la economía mundial".
"En el orden de prioridades de quienes manejan las finanzas, un barril de petróleo vale mucho más que la vida de un palestino, un libanés o un iraní. Incluso de un israelí, que para Occidente es más premium. ¿Quiere decir eso que los mercados no tienen corazón? No, quiere decir que les importa mucho más lo que está justo encima, la cartera", termina comentando el presentador de El Intermedio.
Reflexión
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El presentador afirma que el palmarés del tenista es tan destacado que ha logrado convertirse en el ídolo de todo el país. Para Wyoming, su retirada ha provocado que todos nos sintamos "algo huérfanos".