El equipo de estilismo de El Jefe Infiltrado tiene que trabajar a tope para dar un nuevo aspecto físico al carismático Dado Lima. El CEO de Toro Burger ha decidido participar en el programa para ser más que un jefe, un líder, y conocer de primera mano las necesidades de sus empleados y la manera que tienen de desarrollar el trabajo.
Para ello, se convierte en Marcos, un músico portugués líder de una banda de rock... y su apariencia debe ir en consonancia. Además de ponerse un chaleco vaquero y camisetas acordes con su estilo musical preferido, el jefe se pone en las manos de Dani para pasar por barbería y peluquería.
"Por favor, que no me quiten el pelo", pide Dado, pero sus súplicas son ignoradas. "¡Dani, Dani! No me lo rapes, ¡esto es prótesis! ¡Ver el pelo cayendo es lo mismo que ver billetes!", le advierte en el último momento. "¡Sorpresa!", exclama el estilista mientras le despega la falsa cabellera.
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Dado está sufriendo de lo lindo mientras Dani le rapa el poco pelo que le queda. Cuando acaba el proceso, se mira con miedo al espejo. "Parezco Elton John, pero muy macho", puntualiza. El jefe lamenta que ya no tenga a su "mascotita" sobre la cabeza, pero reconoce que "la transformación está muy bien hecha", tanto que ni él mismo se reconoce.
Hemeroteca
El jefe infiltrado presencia cómo una camarera intenta cobrar de más a unos clientes mediante tarifas inventadas
Dado Lima, el jefe de Toro Burger, no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban. "Coste extra de 3 euros", decía su camarera a unos clientes. Algo, que no era cierto y él sabía... Sin embargo, tenía que callar para no delatarse.