25 años después del asesinato de Ana Orantes, su amiga Bárbara Jiménez recuerda su figura, una persona "buena, cariñosa, sencilla y humilde" que "se hacía querer". Reconoce que no sabía que iba a ir a la televisión para denunciar haber sido víctima de malos tratos, aunque confiesa que su amiga "se quedó corta".
"Contaba la verdad como un templo. Más sufrió todavía. Un día la llevó a una fiesta y le tiró del pelo hasta su casa", recuerda Bárbara, que critica al asesino de Orantes y su doble cara cuando se mostraba ante los vecinos.
Más Noticias
- El grito de auxilio de Mari Carmen tras desaparecer su marido con la DANA: "Por favor, busquen los cuerpos"
- Mari Carmen narra la última llamada de su marido a su hijo antes de desaparecer: "No veo la carretera"
- Un trabajador del centro comercial Bonaire se planteó no ir a trabajar: "Horas antes, el ayuntamiento había dado la alerta roja"
- Lucía Méndez estalla ante la "nefasta" gestión de la DANA: "Ni siquiera son capaces de gestionar a los voluntarios"
- Monrosi, sobre Mazón: "Es un peligro público que siga al frente. Si no dimite, le tienen que cesar"
"Él no demostraba lo que era, engañaba. Él venía con lágrimas en la calle y con palabras bonitas, no mostraba lo que era", explica. Para ella, Orantes "no demostraba lo que estaba sufriendo en realidad", algo que sí que conocían sus vecinos. "No hay derecho a sufrir lo que ella sufrió", zanja.