En Zaragoza, la mayor cadena de tiendas de ropa del país denuncia a una de sus clientas, una mujer de 34 años que se movía por las tiendas del centro de la ciudad y que devolvía prendas usadas. La denuncia acaba en una condena pionera: la mujer es condenada por un delito continuado de estafa a seis meses de prisión y se le prohíbe la entrada en las tiendas durante un año. Además, debe devolver el importe de lo estafado: 452 euros.

Luis María Gabás, periodista de 'El Periódico de Aragón', explica cómo era el 'modus operandi' de la condenada: "Compraba vía online o en tienda y luego lo devolvía cambiando las etiquetas". "Lo más curioso es que ella sabía perfectamente que los códigos que llevan las prendas de vestir no dicen de qué prenda se trata, sino el color, por lo que cuando la dependienta utilizaba la pistola para hacer esa devolución, no había ninguna alarma porque salía 'un pantalón azul', cuando en realidad no se trataba de ese pantalón", indica.