El propietario de un apartahotel del centro de Barcelona fue la quinta víctima de 'El Truhan' que denunció haber sido estafado por este presunto delincuente. Equipo de Investigación se ha trasladado hasta allí para hablar con el gerente del establecimiento, Javier Marín, que ha relatado cuál fue el modus operandi de Darwin Grover Linares a la hora de engañarle.
"Nos contacta por WhatsApp, supuestamente su padre, que vivía en Estados Unidos o en Canadá (...) y nos dice que si tenemos una habitación para su hijo" al cual -que llegaba a la ciudad condal desde Madrid en AVE- le habían "robado toda la documentación". De esta manera, al no tener "ni un duro" deciden darle "70 euros", además de una habitación en la que pasa una semana.
"Resulta que son las 12, que es la hora del 'checkout' y no sale". Tras darle un margen, entran en la habitación en la que estaban sus pertenencias, pero no él por lo que tratan de "contactar con él o con
su padre", pero "no había manera".
"Al final nos contesta su padre y dice que Arturo ha tenido un problema esa noche cuando salió de fiesta". De hecho, Marín detalla que "se había encontrado mal y había estado en el Hospital del Mar esa noche". "Total, que le dimos para el día siguiente, otra habitación", sentencia. Eso sí, no fue la única habitación que ocupó Darwin ya que hubo una tercera.
Preguntado por si en algún momento durante su estancia en el establecimiento sospecharon algo de 'El Truhan', Marín lo niega y lo justifica en que "venía como un pobre desvalido, dando bastante pena". El momento en el que se dan cuenta de que algo pasa es cuando "se le acaba estancia en teoría" y a las 12.00 no sale. Cuando entran en la habitación "ya se había ido": "Nunca más se supo de él", finaliza Marín.
No da abasto
Factura más de 400.000 euros al año: el boyante negocio de un tatuador ecuatoriano en Santiago de Compostela gracias a los peregrinos del Camino
Ethan Clay, tatuador ecuatoriano, es propietario de uno de los negocios más boyantes de Santiago. Ya ha abierto dos estudios, factura más de 400.000 euros al año y ha tenido que contratar a otros dos tatuadores. Hemos hablado con él.