El 'rey del simpa' de Zaragoza acumula a sus espaldas una larga retahíla de cuentas sin pagar, pero no siempre solo. Según la Policía, en varios atestados consta que, aunque solo él ha sido detenido, "ha invitado a gente a comer": "Invita a conocidos a comer a los que luego les dice: 'Podéis marchar, yo me encargo de la cuenta'. Y cuando le van a cobrar vuelve a decir que no va a pagar nada, que llamen a la Policía que nos espera ahí sentado", explica un portavoz policial.
De acuerdo con la Policía, sus comidas 'por la cara' no eran precisamente baratas: "Hubo una época o unos días en los que no tenía reparo en ir a comer por 50 o 60 euros. Comía con buen vino y luego tomaba un par de copas", detalla el portavoz.
Su fama llegó a tal punto que protagonizó incluso una campaña publicitaria de un restaurante de comida rápida, aunque este no es su estilo de gastronomía: en el vídeo que ilustra estas líneas puedes escuchar el relato de otro hostelero: en su establecimiento, el 'rey del simpa' pidió emperador, paletilla de ternasco, una botella de vino, un carajillo y una copa. Cuando llegó la cuenta, aseguró que no tenía dinero.
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Hemeroteca, 'Equipo de Investigación'
El 'loco del chándal' elegía sus victimas con un perfil concreto: delgadas, bajitas, con el pelo largo y ropa ajustada
"Siempre que veía algún pantalón tejano ajustado, o algo similar, la casuística nos decía que atacaba", reveló Luis Lobera, inspector de la Policía Nacional, a Equipo de Investigación, en un reportaje sobre el caso del 'loco del chándal'.