Egipto se ha convertido en el principal sustento del mercado de la aceituna en España tras las malas cosechas. En cambio, en la mayoría de botes no se indica la procedencia de esa aceituna.

La falsa gordal, importada, es un 30% más barata que la nacional. Francisco Manuel Fernández Fernández, agricultor, explica las diferencias: "La aceituna de Sevilla no tiene esta pequeña protuberancia que tiene aquí. Esta es una forma de diferenciarlas. La de Sevilla es una aceituna muy blandita, fácil de digerir y de masticarla. Si cogemos la egipcia, viene deshuesada. Es algo más fibrosa y más dura a la hora de masticarla".

Además, señala que los agricultores exigen que se identifiquen claramente los productos, también señalando que las aceitunas fuera de Europa se cultivan con plaguicidas prohibidos dentro del continente.

Por su parte, la patronal señala los motivos por los que no se indica el origen de la aceituna: "Es una información optativa opcional para el fabricante. Si esa aceituna ha sido transformada en España, hecha comestible en España puede legalmente poner producto de España sin ningún tipo de problema", comenta Antonio de Mora.

En cambio, no puede asegurar que el comprador sepa el verdadero origen de la aceituna: "100% no podemos estar seguros de nada. El mundo se rige por una economía de libre mercado. Entonces, si queremos poder vender fuera, como hacemos nosotros, exportamos el 70% de nuestra producción".