Budapest se ha convertido en la capital de las despedidas de solteros y allí también acuden muchos españoles, que no han dejado muy buena impresión como aseguran dos bailarinas húngaras que han hablado con Equipo de Investigación.

"Yo solo he tenido malos clientes entre los españoles. Cuando he ido a España he visto que no hay bares de baile, tiene puticlubs y los españoles cuando vienen aquí se creen que también son así y en Hungría es ilegal", explican.

Una de ellas asegura que varios han intentado sobrepasarse con ella cuando no está permitido tocarla: "Todos me han querido masturbar y chuparme las tetas. No quieren aceptar las reglas. Bajan y no se dan cuenta de que están en un bar de striptease. Se creen que pueden hacer lo que quieran por menos de 10 euros".

Incluso aseguran que les han ofrecido dinero en reiteradas ocasiones por mantener relaciones sexuales con ellas: "El que se va a casar al día siguiente es el que más infiel quiere ser. Te ofrecen un montón de dinero para estar contigo y dices 'no gracias'. Por eso odiamos las despedidas. Por eso nunca nos vamos a casar".