Francisco Sánchez, camarero, denunció a un gran grupo hostelero de Sevilla por despido improcedente. Denunció sus condiciones laborales y su empresa le despidió, aunque posteriormente tuvo que readmitirle por orden judicial: "Estábamos contratados a 20 horas trabajando 40, si un día no había trabajo te decían que te fueras a tu casa, que no lo ibas a cobrar, el plus de nocturnidad no lo pagaban...", aseveró.

Según indicó, su empresario tenía entre 10 y 12 denuncias por sus condiciones de trabajo, entre ellos un repartidor de la empresa que tuvo un grave accidente por el que estuvo a punto de morir. "Llevo 17 operaciones encima porque me partí por 40 sitios el cuerpo. A lo largo de estos 3 años en ningún momento he recibido una llamada por el accidente", aseguró. En cambio, le dijeron que la noche del accidente se ordenó que un supervisor falseara el registro de horas para cuadrarlo con su horario.

"Denuncié y ya me han indemnizado, pero a raíz del accidente se me ha reconocido una incapacidad que lleva asociada una pensión que va en proporción a las horas que tenía de contrato. Yo ahora cobro una pensión inferior a 200 euros, cuando debería cobrarla cercana a 800", lamentó.