Las cámaras de seguridad de una gasolinera toledana grabaron un violento simpa en el que el responsable de la estación de servicio llegó a forcejear con el conductor y el copiloto de un coche, que lograron huir sin abonar combustible por valor de unos 450 euros. El trabajador sufrió la fractura de un hueso de la mano como consecuencia del violento robo.

Los agentes sospechaban que estos delincuentes -un hombre joven y otro mayor- eran también autores de otros robos similares en gasolineras de Castilla-La Mancha, actuando siempre juntos y llevándose gran cantidad de combustible, con el que llenaban incluso varias garrafas. Entre esta investigación y la de la Guardia Civil de Alcalá de Henares sumaban 40 denuncias.

Los investigadores descubrieron que todos los vehículos utilizados en estos robos se dirigían a la Cañada Real. Los robos, según los agentes, eran por encargo de residentes de la zona que "posteriormente utilizaban el combustible para vehículos sustraídos o para el mantenimiento de los generadores de electricidad para mantener plantaciones de marihuana". En total habrían robado unos 30.000 euros en carburante.

Equipo de Investigación se desplaza hasta la Cañada Real, donde un vecino confirma que "muchos" roban gasolina y la revenden: "50 litros a 25 pavos", precisa. El hombre indica que la gasolina robada se vendía en una vivienda concreta, donde el programa comprueba que hay varios bidones y un generador. El equipo pregunta allí a una persona sobre la gasolina robada, que asegura no saber nada del asunto.