Los conciertos en ferias y fiestas son una importante vía de ingresos de los artistas musicales. Sin embargo, los conciertos contratados por administraciones públicas, no están exentos de polémica. En Puertollano, su alcalde suspende un concierto de Manuel Carrasco programado por el anterior equipo de gobierno, ya que asegura no poder hacer frente a los 205.000 euros que cuesta la actuación del artista; y para celebrar el día de la Hispanidad, el colombiano Carlos Vives protagoniza en Madrid un espectáculo gratuito con otros artistas invitados que cuesta 847.000 euros. El desglose incluye cargos como 35.000 euros en reservas de hoteles para el cantante y su equipo, 42.000 euros en concepto de "carga aérea" y otros 20.000 en "transportes locales".

Además, el Ayuntamiento de Vigo pagó 930.000 euros a David Guetta, convirtiéndose en la actuación más cara de la historia de las fiestas de la ciudad gallega. Y en Villalba del Rey, un pueblo de Cuenca de apenas 500 habitantes, su ayuntamiento paga 48.000 euros por una actuación de Camela, lo que provoca las críticas de algunos vecinos.

"Tenemos otras actividades mucho más necesarias que un concierto en un pueblo de 450 habitantes. Gastarnos 50.000 o 60.000 euros cuando no tenemos la banda ancha todavía, fibra, no tenemos comunicaciones ningunas...", denuncia un vecino, a lo que añade: "Yo tuve que cambiar hasta de datáfono en el bar porque no me va; si es por dar el nombre al pueblo no lo veo, porque creo que esto se puede llenar un día, pero es pan para hoy y hambre para mañana".