Las bandas están inmersas en la llamada 'era del streaming'. Spotify fue pionera y con 615 millones de usuarios es la reina del sector. Sin embargo, las voces críticas de los artistas contra la plataforma no paran. El rapero Snoop Dog ha sido el último en cargar contra la plataforma: "En Spotify obtuve 1.000 millones de reproducciones, y me han dado una mierda que no llega a los 45.000 dólares".

También el vocalista del grupo británico de heavy metal Cradle of Filth se ha quejado del poco dinero que percibe. En 2014, Taylor Swift abandonó la plataforma porque no era rentable para ella, aunque tres años después "tuvo que aceptar entrar", tal y como señala el periodista Mario Escribano.

En la actualidad, el 'idilio' de la artista norteamericana con la plataforma es total. Spotify hace una potente campaña promocional, con motivo del lanzamiento de su último disco. Ella ahora está contenta, pero las quejas de otros artistas llegan hasta la Eurocámara, quienes piden una ley para regular los desequilibrios del sector.