El escándalo protagonizado por Íñigo Errejón ha sacudido la política española. En la mesa de debate de La Roca, Gonzalo Miró ha apludido la decisión de la actriz Elisa Mouliaá de "dar la cara" y de "poner nombre y apellidos a una denuncia" contra el expolítico.
Para Miró, el objetivo principal de las mujeres que denuncian violencia machista, tanto si son anónimas como públicas, no es "ir metiendo a los hombres en la cárcel", sino "intentar cambiar un comportamiento que está demasiado arraigado en la sociedad".
"Para eso hay que decirlo. Si no lo dices, es imposible cambiar ese patrón de comportamiento", sentencia en La Roca. La psicóloga y doctora en neurociencia Ana Asensio añade que no se sabe si la actriz ha tenido que ir a terapia "para recuperar los recuerdos" que había borrado acerca de estas agresiones.