La generación que cambió la formación

Aitor Esteban, el último 'JoBuBi' del PNV: el adiós a la 'cuadrilla' de jóvenes que revolucionó el nacionalismo vasco

Aitor Esteban es el único que queda de los llamados 'JoBuBi' tras el paso a un lado de Andoni Ortúzar e Íñigo Urkullu. A los tres les unía la inquietud por dejar atrás la vieja escuela de Shabier Arzálluz y cambiaron el nacionalismo vasco.

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El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, será el próximo presidente del PNV tras la renuncia a ser candidato del actual, Andoni Ortuzar, y la posterior del otro posible aspirante que había superado la primera vuelta, Markel Olano. Una figura que ya es el último eslabón de una generación que revolucionó el nacionalismo vasco, una 'cuadrilla' de jóvenes recién afiliados, en plena Transición, que estaban dispuestos a renovar el partido.

Esteban es el único que queda de los llamados 'JoBuBi', los Jóvenes Birukides Bizkaino, tras el paso a un lado de Andoni Ortúzar e Íñigo Urkullu. A los tres les unía algo más que sus diez meses de diferencia, sino que también la inquietud por dejar atrás la vieja escuela de Shabier Arzálluz. Y en su apuesta por candidaturas alternativas, consiguieron tomar el control del partido tras su salida en 2004.

Aquella 'cuadrilla' logró situar a Josu Jon Imaz al frente de la presidencia y desbancar, por sólo un voto, al 'delfín' de Arzalluz, Joseba Egibar. El PNV pragmático que defendían se imponía al soberanista, aunque Imaz apenas duró un mandato. No soportó la lucha de las 'dos almas' del partido.

Pero el relevo de los 'JoBuBi' por el control del PNV estaba garantizado. Tras perder el Gobierno vasco entre 2009 y 2012, situaron a Urkullu como lehendakari, a Esteban como portavoz en el Congreso y a Ortuzar como presidente del partido.

Hasta que los resultados electorales, bajo la sombra de Eh Bildu, empezaron a transformar la gloria en vértigo y a hacer mella en su relación que acabó con el relevo forzoso de Urkullu de cara a las últimas autonómicas. Ortúzar lo justificó en la necesidad de un relevo generacional que se llevaba por delante al primero de los 'JoBuBi'.

Por eso, el anuncio de su propia candidatura para mantenerse al frente del partido sorprendió a la militancia, obligada a repartir sus votos con Aitor Esteban. Y esto le ha costado apoyos porque el aún portavoz no es ruptura, es la renovación de liderazgo que ya esperaban y porque su absoluto control orgánico e institucional hacían casi imposible una tercera candidatura exitosa. Y frente a este relevo amistoso, un Urkullu alejado de ambos y de la vida interna del partido.