La segunda en las encuestas
Alice Weidel, la candidata ultra respaldada por Musk para Alemania: lesbiana, nieta de nazi y fan de Thatcher
Una paradoja La candidata de AfD combina un discurso ultraconservador que rechaza la diversidad y promueve la familia tradicional, mientras su vida personal, marcada por un matrimonio homosexual, hijos y vínculos con la inmigración, contradice los valores que defiende públicamente.
Alice Elizabeth Weidel es la candidata a la Cancillería de Alemania por Alternativa para Alemania (AfD), un partido de ultraderecha que, tras sus recientes éxitos, busca recortar distancias con los conservadores, que lideran los sondeos.
Weidel, aclamada por el magnate Elon Musk como su última apuesta electoral, se encuentra en segundo lugar en las encuestas. Sin embargo, su vida personal está llena de contradicciones que no encajan con la ideología de su partido.
Su vida privada es completamente opuesta a los valores que defiende públicamente. Está casada con una mujer y tienen dos hijos, mientras que su partido promueve un discurso que considera que los "niños necesitan un padre y una madre" y que la "ideología de género es inconstitucional". La AfD insiste en una "política familiar basada en la imagen tradicional de la familia", conformada por "padre, madre e hijos".
Además, su esposa es originaria de Sri Lanka, un contraste con las posturas del partido sobre el multiculturalismo, que rechaza, afirmando que "no es cultura" y que la cultura dominante debe ser la alemana.
El enfoque del partido de Weidel en los migrantes es otro aspecto polémico. La AfD criminaliza a los migrantes, y ella misma ha llegado a llamarlos "acuchilladores subvencionados". Su programa propone permitir la entrada al país solo a "personas altamente calificadas", mientras que los demás deberían ser expulsados. Curiosamente, Weidel contrató en su casa a una empleada doméstica migrante de Siria, sin contrato, a pesar de que su partido promueve la expulsión de estos mismos inmigrantes.
Además, la prensa alemana destapó un email racista de Weidel, en el que se quejaba de la "inundación de culturas extranjeras" y calificaba al gobierno de Merkel como "cerdos títeres de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial".
Dentro de su partido, se han expresado elogios a los logros de los soldados alemanes nazis. Cuando se le pidió que se distanciara de estas declaraciones, Weidel abandonó el debate para evitar condenar los elogios al nazismo. Esta postura se complica aún más al descubrirse que su abuelo fue un destacado juez nazi designado por Hitler, responsable de condenar a los opositores del Tercer Reich.
Aunque intenta proyectar una imagen moderada, Weidel insiste en que no pertenece a la extrema derecha, se define como liberal y se muestra como admiradora de Margaret Thatcher, quien, en realidad, no era una figura moderada.