Este miércoles se ha celebrado el Día de Jerusalén, que se celebra desde 1969 y recrea la ruta que siguieron las tropas israelíes en 1967 tras la guerra de los Seis Días. Más de 800 radicales judíos han irrumpido con banderas israelíes en una de las zonas más sagradas para el islam.

Este año se ha dado una celebración muy tensa, con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, acercándose a la frontera del Líbano para amenazar con atacarles. Ha llegado a decir que están "preparados para una acción muy fuerte", movilizando a 50.000 reservistas. Esto hace que nos preguntamos si es posible una guerra entre Israel y Líbano.

Israel y Hizbulá llevan años de guerra de 'baja intensidad' en el sur del Líbano. Hizbulá no cumple los acuerdos tras la guerra de 2006 e Israel tampoco, pero desde el 7 de octubre los ataques son diarios. El día después del ataque de Hamás a Israel, Hizbulá atacó Israel como defensa a Palestina, y no han parado hasta ahora. Hay casi 500 muertos y miles de desplazados tanto del del Sur del Líbano como del norte de Israel, lo que pone mucha presión sobre Netanyahu.

La idea de entrar en guerra con el Líbano lleva desde octubre en Israel, que busca matar dos pájaros de un tiro: Hamás y Hizbulá. Además, existe un componente emocional, ya que uno de los drones explosivos lanzados por Hizbulá ha provocado un enorme incendio en Israel y ha cambiado el tono.

Hizbulá ya ha tenido dos guerras con Israel, la última en 2006. Lo que han defendido ahora es que no querían una guerra, principalmente porque va a tener un enorme coste humano en el Líbano, que está sumido en una profunda crisis económica y politica. Los libaneses no quieren otra guerra y Hizbulá sabe que esto le puede costar apoyos.

Hizbulá es la milicia más fuerte del mundo. Irán ha invertido en ella mucho dinero desde la guerra del Líbano de 2006 y los milicianos han entrenado en Siria. Se espera que mueran muchos soldados israelies y también tendría consecuencias para Irán. Hizbulá es parte de su defensa y cuantas más bajas haya, estarán más desprotegidos.