Desde hace años, representantes de la Unión Europea han estado advirtiendo sobre la necesidad de prepararse para una posible guerra. Sin embargo, tras la invasión de Rusia a Ucrania, estos avisos han cobrado mayor urgencia. Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, ha reiterado su advertencia: "Los europeos debemos unirnos y compartir porque si no estás en la mesa, estás en el menú".

Se han tomado medidas concretas en los últimos meses, destacando el aumento del gasto militar en toda Europa y la aprobación de diversas estrategias y leyes. Entre ellas, una estrategia industrial con compra conjunta de armas, una ley de apoyo a la producción de municiones para garantizar cierta independencia en la UE y el Plan de Acción de Movilidad Militar 2.0 para facilitar el despliegue rápido de efectivos.

Sin embargo, la implementación de estas medidas depende en gran medida de los países miembros. El resultado de las elecciones europeas podría influir en el panorama, ya que la política exterior y de defensa depende de la unanimidad alcanzada entre los Estados miembros.

El Europarlamento que se conforme será crucial, ya que cualquier retraso en la toma de decisiones comunes puede significar décadas de retraso en temas críticos como el aumento de la producción de municiones.