Lo básico podría ser un lujo
Café, vino, cerveza, plátanos, cacao... La despensa global, en jaque por el cambio climático
Las consecuencias La crisis climática y el colapso de la producción en África Occidental están llevando al cacao a precios históricos. El café, el vino y la cerveza, ente otros, podrían ser los próximos en desaparecer de la mesa del consumidor promedio.

El chocolate está dejando de ser un placer accesible. En menos de dos años, el precio del cacao ha pasado de 2.000 a más de 10.000 euros por tonelada, alcanzando su nivel más alto en décadas. Este encarecimiento, impulsado por la crisis climática y problemas en las principales regiones productoras, podría ser solo el inicio de una tendencia global: otros alimentos básicos corren el riesgo de seguir el mismo camino.
El Centro Internacional de Agricultura Tropical ha lanzado una advertencia: el cacao es solo la primera ficha de dominó en un sistema agrícola que se tambalea. La combinación de sequías, temperaturas extremas y pérdida de tierras cultivables está reconfigurando el mapa de la producción mundial de alimentos.
Menos producción para una demanda creciente
El epicentro de la crisis está en África Occidental, concretamente en Ghana y Costa de Marfil, que producen el 60% del cacao mundial. Estas regiones están sufriendo un rápido deterioro en las condiciones climáticas: el aumento de las temperaturas y la reducción de la humedad están volviendo infértiles amplias zonas de cultivo.
Las proyecciones son alarmantes. Para 2030, la producción de cacao podría disminuir drásticamente, y para 2050, muchas de las tierras donde hoy crece el cacao dejarán de ser aptas para su cultivo. Existen otras zonas con condiciones favorables, pero muchas de ellas son áreas protegidas, lo que limita la expansión del cultivo. A medida que la oferta disminuye y la demanda de chocolate sigue en aumento, el precio seguirá escalando.
El café, en la misma encrucijada
El caso del café es aún más extremo. Según estudios del Centro Internacional de Agricultura Tropical, en 2050 el 80% de las actuales tierras cafeteras de Brasil, Nicaragua e India podrían volverse inutilizables debido al calor extremo y las prolongadas sequías. Otras regiones como Colombia, Kenia, Etiopía e Indonesia no sufrirán un impacto tan severo, pero aun así perderán alrededor de un tercio de sus zonas de cultivo.
Si la oferta se reduce mientras el consumo global sigue en aumento, el café podría convertirse en un producto escaso y caro en las próximas décadas.
El vino y la cerveza en peligro
No hay que irse al trópico para notar el impacto del cambio climático en la alimentación. El vino, una de las bebidas más apreciadas a nivel mundial, necesita un delicado equilibrio climático para su producción: calor para madurar la uva, pero sin temperaturas extremas que fomenten enfermedades en la vid.
Hoy, las principales regiones vinícolas se encuentran en España, Italia, Grecia y California. Sin embargo, según un estudio publicado en 'Nature', el cambio climático podría alterar completamente este mapa. A medida que las temperaturas aumentan, las zonas óptimas para el cultivo de la vid se desplazarán hacia el norte o hacia regiones de mayor altitud. Esto significa que muchas de las áreas productoras actuales podrían volverse inadecuadas para la viticultura.
La crisis del agua también afectará a la producción de cerveza. El agua es un recurso esencial para la fabricación de bebidas alcohólicas y refrescos, pero según Naciones Unidas, la demanda de agua aumentará un 55% en las próximas décadas. Se prevé que el 40% de la población mundial vivirá en zonas donde el acceso al agua será un problema. Además, la sequía afectará la producción de cebada, un ingrediente clave para la elaboración de la cerveza.
¿Qué otros alimentos escasearán?
El cacao y el café son solo la punta del iceberg. Otros alimentos básicos como el maíz, el trigo, el arroz, la miel y los aguacates podrían enfrentarse a crisis similares. La alteración de los patrones climáticos está afectando a la productividad agrícola en todo el mundo, lo que podría llevar a una escalada de precios y a una menor disponibilidad de estos productos en los mercados.
La despensa global está cambiando. Lo que hoy es un alimento común y accesible, mañana podría ser un lujo.