El mundo ha cambiado
El cambio irreversible: 96 horas de presión que transformaron la relación entre Trump y Zelenski
¿Qué están diciendo? En solo cuatro días de presión constante, desde ultimátums hasta la suspensión de ayuda militar, Trump ha logrado forzar un cambio decisivo en la relación con Ucrania y su presidente.

La estrategia de presión de Donald Trump ha surtido efecto. Tras cuatro días de intensos mensajes públicos, advertencias y la suspensión de la ayuda militar estadounidense, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dado un giro drástico en su postura. En un mensaje, Zelenski afirmó que su gobierno está "listo para trabajar bajo el firme liderazgo de Trump", dejando claro que la relación entre ambos ha cambiado radicalmente.
El líder ucraniano también expresó su gratitud hacia EEUU: "Valoramos mucho lo que Estados Unidos ha hecho". Un reconocimiento que se alinea con el discurso de Trump, quien ha insistido en que su administración ha sido clave en la evolución del conflicto.
El quiebre: la reunión con bronca y el ultimátum de Trump
El punto de inflexión ocurrió el viernes, durante la reunión televisada con el asesor de Trump. Fuentes cercanas aseguran que el encuentro no salió como esperaba Zelenski, quien lo describió como "lamentable" y reconoció que "es hora de corregir las cosas".
Pero la verdadera presión llegó después. El domingo, Zelenski declaró que "un acuerdo de paz está muy lejos y nadie ha empezado a dar los pasos". La respuesta de Trump no se hizo esperar: calificó la afirmación como "la peor declaración que Zelenski podía haber hecho" y advirtió que EEUU no lo toleraría mucho más. "Zelenski no quiere la paz", sentenció Trump, antes de lanzar una pregunta que marcó el tono de los siguientes días: "¿En qué estaba pensando el ucraniano?"
Trump aumentó la presión el lunes, dejando claro que la paciencia de su administración tenía un límite. Frente a las cámaras, lanzó una advertencia que lo decía todo: "Si alguien no quiere llegar a un acuerdo, no creo que vaya a durar mucho".
A este mensaje se sumó el influyente Elon Musk, quien respaldó a Trump y sugirió que Zelenski debería ser sacado de Ucrania para permitir una "transición hacia la democracia". La teoría de que el presidente ucraniano es un dictador—una idea promovida recientemente por Trump—ganaba fuerza.
El punto máximo de presión: EEUU corta la ayuda militar
El golpe final llegó en la madrugada de este martes, cuando Trump filtró que la ayuda militar estadounidense a Ucrania quedaba suspendida. Misiles, sistemas de defensa aérea y otro equipamiento clave dejaron de fluir hacia Kyiv. Sin estos recursos, la capacidad de Ucrania para defenderse de los ataques rusos quedaba gravemente comprometida.
La medida tuvo el efecto esperado: Zelenski cedió. Horas después del anuncio, el líder ucraniano aseguró que su gobierno está "dispuesto a firmar en cualquier momento y en cualquier formato" el acuerdo sobre tierras raras propuesto por Estados Unidos. También ofreció una tregua a Rusia, aunque no se han dado detalles sobre sus condiciones.
¿Qué sigue? Seguridad a cambio de recursos
El único punto que Zelenski parece haber puesto sobre la mesa son garantías de seguridad. "Paso hacia mayor seguridad y garantías de seguridad sólidas", dijo en su mensaje más reciente. Es el mismo reclamo que ha hecho desde el inicio del conflicto, pero ahora en un contexto donde su margen de maniobra es casi inexistente.
El vicepresidente J.D. Vance lo dejó claro: "No podemos costear esto eternamente. Los ucranianos no pueden luchar indefinidamente. La mejor garantía de paz es que Estados Unidos esté allí".
El mundo ha cambiado en cuestión de horas. Trump ha inclinado la balanza a su favor, dejando a Zelenski sin opciones. La pregunta ahora es si esta tregua con Rusia y el nuevo acuerdo con EEUU marcarán el inicio del fin del conflicto… o si solo serán el prólogo de una nueva fase.