La venganza

Canadá contraataca a los aranceles de Trump: recargo a la electricidad y veto al alcohol estadounidense

Las consecuencias Las nuevas medidas del gobierno de Trudeau podrían subir hasta 100 dólares las facturas de electricidad en el norte de EEUU y generar pérdidas de 900 millones en la industria del alcohol.

Canadá contraataca a los aranceles de Trump: recargo a la electricidad y veto al alcohol estadounidense

La guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá ha entrado en una fase de represalias directas. Ante la decisión de la administración Trump de imponer nuevos aranceles a los productos canadienses, el gobierno de Justin Trudeau ha lanzado su propia ofensiva económica: encarecer la electricidad exportada a EEUU y vetar la venta de alcohol estadounidense en varias provincias.

Dos medidas estratégicas con un impacto inmediato en los bolsillos de los estadounidenses y en industrias clave de su economía.

Golpe al suministro eléctrico: facturas más caras en EEUU

El primer ataque ha llegado desde Ontario, la provincia más poblada y económicamente fuerte de Canadá. Su gobierno ha decidido imponer un recargo a la electricidad vendida a Estados Unidos, elevando significativamente el costo de un recurso clave para el país vecino. Los cálculos indican que, si más provincias se suman a esta medida, el resultado podría ser devastador para los consumidores estadounidenses: hasta 100 dólares más al mes en sus facturas de luz.

A primera vista, el 1% de la electricidad consumida en EEUU puede parecer un número marginal. Pero ese porcentaje proviene de Canadá y es vital para estabilizar la red eléctrica de estados del norte como Nueva York, Michigan, Minnesota, Montana y Dakota del Norte.

  • En Nueva York, las autoridades consideran "crucial" la conexión con Canadá para evitar apagones y garantizar la estabilidad del suministro.
  • En Michigan, los expertos ya dan por hecho que los precios subirán, aumentando la carga económica sobre los hogares y las empresas.
  • En Minnesota, temen que la medida pueda generar déficit de suministro en momentos de alta demanda.
  • En Montana y Dakota del Norte, la dependencia de la electricidad canadiense es aún mayor, y la medida afectará directamente a su economía.

Este movimiento amenaza con desequilibrar el mercado energético estadounidense. Si la crisis se agrava, EEUU se verá obligado a buscar alternativas más caras o aumentar su producción interna, lo que podría traducirse en más costos para los consumidores y una mayor presión sobre su red eléctrica.

La segunda ofensiva: adiós al bourbon y a la cerveza estadounidense

Pero el golpe canadiense no se limita a la electricidad. Las provincias han comenzado a prohibir la venta de alcohol estadounidense, utilizando a su favor el hecho de que en Canadá las mayores distribuidoras de bebidas alcohólicas son entidades públicas. Esto les permite regular el mercado y vetar productos importados como represalia comercial.

Ontario ha sido la primera en mover ficha, pero se espera que otras provincias sigan el mismo camino. La medida significa la expulsión del bourbon, el vino y las cervezas estadounidenses de los estantes de las licorerías canadienses, una decisión que pone en jaque a los productores estadounidenses.

El impacto económico no es menor: 900 millones de euros en pérdidas para la industria del alcohol de EEUU. Las marcas más afectadas son las productoras de bourbon de Kentucky, cervezas de Budweiser y Coors, y vinos de California, todas con una fuerte presencia en el mercado canadiense.