El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dirigido cartas a sus ministros, marcando el rumbo de su Ejecutivo para los próximos años. Un recorrido por las misivas revela la evolución en el enfoque y las prioridades, desde su llegada en 2018 hasta el panorama actual de coalición. ¿Qué diferencia estas cartas y qué mensaje clave transmiten?
En 2018, Sánchez inauguró su mandato con una carta que ocupaba apenas dos páginas, comenzando de manera afable con un "Querida ministra", "querido ministro". Sin embargo, en 2023, tras cinco años en La Moncloa, la carta se extiende a tres páginas y omite el tono afectuoso. El mensaje de hoy es claro y directo, estableciendo las prioridades desde el primer párrafo con referencias a la Constitución, historia democrática, poder ejecutivo y sistema institucional.
La carta de 2018 instaba a los ministros a proponer medidas desde sus respectivos ámbitos competenciales, mientras que la de 2023 refleja la experiencia de gobernar con otra fuerza política. Enfatiza la naturaleza de Gobierno de coalición, destacando la necesidad de trabajar con agilidad, eficacia y determinación. Aunque reconoce la pluralidad interna, subraya la importancia de operar con unidad y solvencia, evitando enfrentamientos entre los socios.
Ambas cartas concluyen con un llamado a "honrar la palabra dada", reflejando la continuidad del compromiso de Sánchez a lo largo de los años. Sin embargo, en 2023, la carta se adorna con un listado de prioridades detalladas, desde empleo y conciliación hasta la Agenda 2030.
Aunque en 2018 se instaba a buscar acuerdos con todos los grupos parlamentarios, la carta de hoy se centra en trabajar por la convivencia, el diálogo y la concordia, especialmente en un contexto político desafiante.
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