Una "política de encanto"

¿China, la solución o el riesgo? La apuesta de Sánchez para recuperar mercados perdidos con EEUU

Las consecuencias
Apostar por China podría aliviar las pérdidas económicas, pero también abriría la puerta a la competencia interna europea y a una posible avalancha de productos chinos a bajo coste.

¿China, la solución o el riesgo? La apuesta de Sánchez para recuperar mercados perdidos con EEUU

Pedro Sánchez ha iniciado una visita oficial a China y Vietnam con un objetivo claro: reforzar los lazos económicos con Asia ante el deterioro de las relaciones comerciales con Estados Unidos. Acompañado por los ministros de Exteriores y Agricultura, y una nutrida delegación empresarial, el presidente se reunirá por tercera vez en tres años con el mandatario chino, Xi Jinping.

La prioridad de esta misión diplomática es abrir nuevos canales para productos agroalimentarios, cosméticos y otros sectores estratégicos. China, que actualmente mantiene un fuerte superávit comercial con España, representa tanto una amenaza como una oportunidad: es nuestro segundo mayor proveedor, pero nuestras ventas a su mercado siguen siendo limitadas y centradas en sectores como los químicos, los minerales y el cerdo.

Las estrictas normativas chinas sobre ganadería, por ejemplo, impiden la entrada de carne vacuna u ovina, lo que frena el potencial de exportaciones españolas. No obstante, con la guerra comercial entre Washington y Pekín todavía sin resolver, surgen nuevas opciones: China podría reemplazar parte de sus importaciones estadounidenses por productos europeos, y ahí España aspira a ganar terreno.

¿Un socio estratégico o un riesgo a largo plazo?

China es la segunda mayor economía del mundo, con una población cuatro veces superior a la de EEUU, pero con un poder adquisitivo significativamente menor. El salario mínimo en Pekín ronda los 370 euros mensuales, lo que limita el consumo de productos europeos de gama media y alta. Sin embargo, incluso una pequeña apertura del mercado chino podría tener un impacto notable para los exportadores españoles.

Pero no todo son ventajas. El riesgo de una avalancha de productos chinos baratos preocupa en Bruselas, que ya estudia medidas para contener una eventual inundación de importaciones a bajo coste, consecuencia del cierre del mercado estadounidense a los productos chinos. Europa se prepara para proteger sectores sensibles si ese escenario se materializa.

Inversiones chinas, turismo y deuda: los otros frentes

China no solo compra productos: también invierte. Está presente en sectores clave como el de las baterías, el hidrógeno verde y la automoción. Además, es un socio financiero relevante, con presencia en la compra de deuda española. Y no menos importante es el turismo: los visitantes chinos son los que más gastan por estancia y lo hacen en temporada baja, lo que contribuye a desestacionalizar el sector, clave para el PIB español.

Los expertos coinciden: el mercado chino no sustituirá el peso de Estados Unidos como socio comercial, pero puede amortiguar la caída si se gestiona con inteligencia.