En la sala de prensa después del debate presidencial, Yusef Salaam, uno de los miembros del grupo conocido como los 'cinco de Central Park', se dirigió a Donald Trump. Salaam, quien fue uno de los cinco jóvenes afroamericanos condenados injustamente en 1989, recordó cómo Trump, entonces empresario, pidió la pena de muerte para él y sus compañeros en un caso plagado de racismo y fallos judiciales.

Durante el debate, Kamala Harris había confrontado a Trump sobre su papel en el caso, recordándole al público la campaña que lanzó en los años 90 para solicitar la ejecución de los jóvenes acusados. El caso, uno de los más notorios de injusticia racial en Estados Unidos, se remonta a una noche de abril de 1989 en Central Park, cuando una joven fue brutalmente violada y atacada.

Los cinco jóvenes, que no se conocían entre sí y estaban en el parque por casualidad, fueron acusados sin pruebas concretas. A pesar de que el ADN encontrado en la víctima no coincidía con el de ninguno de los acusados y las horas no cuadraban con sus testimonios, fueron condenados a largas penas de prisión. Donald Trump gastó más de 80.000 dólares en publicidad para instar a la pena de muerte para ellos.

No fue sino hasta 2002 que el verdadero culpable, un violador en serie ya encarcelado, confesó el crimen y su ADN coincidió con el hallado en la víctima. Los cinco jóvenes fueron exonerados, pero no antes de cumplir casi una década en prisión. Nueva York les indemnizó con 41 millones de dólares, y su caso se convirtió en un símbolo de los abusos raciales en el sistema judicial estadounidense.

Hoy, 35 años después, Salaam y los otros miembros del grupo buscan justicia y un cambio en el liderazgo, pidiendo el voto para Kamala Harris y en contra de Trump, quien aún defiende sus acciones pasadas.