El debate por la vicepresidencia está a la vuelta de la esquina, y todo apunta a que J.D. Vance, el candidato republicano, será el centro de atención. Conocido por sus posturas extremas, Vance ha sido descrito como el responsable de que incluso Donald Trump parezca moderado, marcando el inicio del llamado 'trumpismo 2.0'. Este ascenso ha estado marcado por declaraciones explosivas y desinformación que han resonado en el electorado.

Una de las afirmaciones más polémicas de Vance fue su difusión del bulo que sostenía que los migrantes en Ohio se alimentaban de perros y gatos, un rumor que finalmente fue repetido por Trump durante su debate con Kamala Harris. Recientemente, Vance ha normalizado la violencia armada al declarar que "son cosas de la vida" al referirse a los tiroteos en escuelas. Además, ha atacado a las escuelas públicas, describiéndolas como "organizaciones radicales" que promueven el socialismo, y ha manifestado su deseo de eliminar la financiación pública para la educación.

Sus comentarios no se detienen ahí; Vance ha defendido que el voto de los padres debe tener mayor peso, al mismo tiempo que respalda informes en contra de los tratamientos de fertilidad y lanza ataques a mujeres sin hijos. A pesar de su retórica incendiaria, su campaña se enfrenta a serias dificultades. Vance ha tenido problemas para realizar mítines en restaurantes, y donde logra hacerlos, falta conexión con el público.

Las encuestas muestran que la popularidad de Vance se desmorona, siendo menos querido que su rival demócrata, con un 40% de los votantes expresando una opinión negativa sobre él.