Hasta hace unos años, los menores tenían que recurrir a artimañas para sumergirse en el mundo del porno: revistas escondidas o persuadir al quiosquero. Pero hoy, la pantalla de un móvil es la puerta de entrada al éxtasis visual. Según la ONG Save the Children, el 68% de los adolescentes consumieron con la pornografía el último mes, una cifra que preocupa al Gobierno.
Actualmente, el acceso a contenido para adultos es tan sencillo como hacer clic en una página web y responder un simple 'sí' a la pregunta de si eres mayor de 18 años. Sin embargo, el Gobierno está decidido a cambiar el juego y se plantea bloquear el acceso a través de medidas tecnológicas que puedan verificar la edad del usuario de manera más efectiva.
Una de las propuestas en desarrollo implica la colaboración de la Agencia Española de Protección de Datos y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Este proyecto, aún en fase experimental, busca que una aplicación del móvil certifique la edad del usuario al ingresar a una página porno. Aunque no es infalible, se presenta como la opción más confiable hasta ahora.
El dilema radica en cómo verificar la edad sin invadir la privacidad. Una opción es rastrear las preferencias de navegación para estimar la edad del usuario. Si las búsquedas no concuerdan con un adulto, el acceso se deniega. No obstante, esta táctica levanta preocupaciones sobre la intromisión en la vida privada de los individuos.
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Otra alternativa implica el registro obligatorio, donde los usuarios deben proporcionar datos personales para acceder al contenido para adultos. Aunque esta medida es más directa, plantea interrogantes sobre la seguridad de la información y la privacidad de quienes buscan el entretenimiento para adultos en línea.