Un legado de sospechas
Conspiraciones en el Vaticano: desde el papado de Rodrigo Borgia hasta las sospechas sobre Juan XXIII
Los detalles Las elecciones papales han estado marcadas por teorías que sugieren manipulación política, corrupción y decisiones ocultas que siguen alimentando el misterio en el Vaticano.

26 de octubre de 1958. La plaza de San Pedro se llena de expectación. A las 11:53, los ojos de miles de fieles y periodistas se concentran en la chimenea de la Capilla Sixtina, esperando el anuncio de un nuevo papa.
De repente, una columna de humo blanco asciende al cielo. Es la señal, el nuevo papa ha sido elegido. Pero, inesperadamente, unos minutos después, el humo se torna negro. Un error, ¿o fue alguien quien impidió la elección papal?
Este extraño suceso dio origen a una de las teorías de conspiración más difundidas en el Vaticano, que sostiene que, en pleno auge de la Guerra Fría, el Cardenal Giuseppe Siri fue elegido papa, pero se vio forzado a renunciar bajo una amenaza directa del Kremlin.
La supuesta razón: Siri era un firme opositor al comunismo, mientras que el Cardenal Angelo Roncalli, futuro papa Juan XXIII, tenía vínculos con el Partido Comunista Francés y Británico.
Según esta teoría, documentos secretos del Pentágono confirmarían la presión del bloque soviético para que Roncalli asumiera el papado, dejando a Siri fuera del Vaticano.
El asunto no termina ahí. A lo largo de las décadas, un movimiento llamado "sede-vacantismo" ha tomado fuerza, asegurando que todos los papas posteriores a Juan XXIII fueron ilegítimos.
Según este grupo, el asiento papal sigue vacante debido a la "irregularidad" del papado de Roncalli, lo que generó una controversia que aún persiste en algunos círculos. Sin embargo, no hay constancia de que Siri haya jamás apoyado esta teoría.
Más allá de este episodio, la historia de los papados ha estado plagada de conspiraciones. Alejandro VI, conocido como Rodrigo Borgia, fue acusado de comprar votos para asegurar su elección como papa.
La corrupción y los escándalos durante su papado alimentaron rumores que hasta hoy resuenan en la historia de la Iglesia. De manera similar, la llegada al trono de León X, miembro de la poderosa familia Médici, ha sido objeto de especulación, con teorías que afirman que fue proclamado papa a pesar de no ser sacerdote, una anomalía en la tradición eclesiástica.
Los conclaves vaticanos, secretos e impenetrables, han sido siempre un caldo de cultivo perfecto para las conspiraciones. La falta de transparencia y la enorme influencia política que envuelve al proceso papal han alimentado especulaciones y teorías de todo tipo, que siguen intrigando a los creyentes y escépticos por igual.
¿Quién decide realmente quién se convierte en papa? ¿Y qué intereses ocultos influyen en esas decisiones? El misterio sigue vivo, y el humo blanco y negro de los conclaves continúa siendo, para muchos, la señal de algo mucho más grande y complejo de lo que parece.