Reacciones en el PSOE
El contenido del correo del abogado de la pareja de Ayuso: reconocía a la Fiscalía dos delitos fiscales y pedía un acuerdo
El detonante La filtración del correo, que fue presentada por Juan Lobato en el Pleno de la Asamblea de Madrid, ha desatado una crisis política que ha sacudido tanto al gobierno de Ayuso como al PSOE.
El exportavoz del PSOE-M en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, mostró en el Pleno de la Cámara autonómica celebrado el pasado 14 de marzo un correo del abogado de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con la Fiscalía. ¿Qué decía ese mail?
En ese correo, se lee textualmente cómo el novio de la presidenta madrileña admitía haber cometido dos delitos fiscales contra la Hacienda Pública: "Reconociendo íntegramente los hechos (ciertamente se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública)". Y se mostraba dispuesto a llegar a un acuerdo con la fiscalía, proponiendo la restitución del daño causado mediante el pago de la deuda junto con los intereses correspondientes. "Proceder a resarcir el daño causado pagando íntegramente la cuota e intereses de demora a la AEAT", especificaba el escrito.
Este descubrimiento generó un revuelo político inmediato, poniendo en el ojo del huracán tanto a Ayuso como a su entorno. La filtración del mail, que llegó a los medios a primera hora del 14 de marzo, fue el inicio de un 'tsunami político' que aún no se ha detenido.
Desde entonces, el tema ha llegado al Congreso Federal del PSOE, donde se siguen escuchando reacciones de distintos miembros del partido. La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, se mostró confiada en que "terminará trasluciéndose la verdad", subrayando que "estamos muy tranquilos respecto a esta cuestión".
Por otro lado, el presidente del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no dudó en hacer referencia a la filtración del correo, destacando que la noticia era "muy buena para él (refiriéndose a Juan Lobato)". Page continuó diciendo que las "consecuencias no las esperaba para Lobato", pero añadió que "ninguna militancia obliga a ser cómplice, y eso es lo que quiso evitar Juan Lobato".