Alvise Pérez, el eurodiputado agitador de ultraderecha, se encuentra en el ojo del huracán tras la revelación de grabaciones que sugieren un esquema de financiación ilegal durante su campaña electoral. Según un informe de 'eldiario.es', el eurodiputado, que en junio había expresado su deseo de separar la economía del estado y fomentar el uso de criptomonedas, ahora se enfrenta a acusaciones de haber recibido 100.000 euros en metálico de un empresario a cambio de promesas legislativas favorables.
En una conversación reciente, Pérez dejó claro su interés en promover leyes que beneficien el uso de Bitcoin, alegando que esto le otorgaría a la ciudadanía mayor libertad financiera frente al control estatal. "Queremos hacer ciertas cosas para que la gente empiece a entender ciertas tecnologías que al estado no le interesa que la gente conozca", afirmó en su discurso anterior.
El empresario en cuestión, Álvaro Romillo, fundador de un club financiero, ha admitido haber patrocinado a Pérez y ha presentado pruebas a la Fiscalía que indican que desde marzo, Pérez había solicitado su ayuda para captar fondos no controlados por el Tribunal de Cuentas. Las grabaciones revelan la estrategia de Pérez para garantizar su influencia en un futuro gobierno con Feijóo y Abascal, prometiendo impulsar legislaciones que se alineen con los intereses de sus financiadores.
Romillo, sintiéndose cada vez más incómodo ante el escrutinio mediático, expresó su preocupación por las implicaciones de su asociación con Pérez. "Nosotros no estamos en un foco como el tuyo porque no estamos en política, ni estamos haciendo daño a la gente que tiene poder", dijo, resaltando su temor por la exposición que podría acarrear su relación con el eurodiputado. Tres días después de esa conversación, el club de Romillo cerró al ver sus cuentas bloqueadas.
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