Desde Ucrania llegan pocas novedades sobre el terreno, pero vuelven a sorprendernos los casos de corrupción. El último en caer ha sido el presidente del Tribunal Supremo de Ucrania. Es la cabeza de la justicia del país. Le acusan de cobrar dos millones y medio de euros en sobornos.

Se los pagó un oligarca ucraniano. Su fortuna según Forbes es de unos 1.200 millones de euros. Quería ampliar su enorme conglomerado empresarial con más compañías, pero unos accionistas se lo impedían y el caso acabó en los tribunales.

Al final tuvo que decidir el Supremo ucraniano y ahí fue cuando el oligarca compró al presidente del Tribunal ahora detenido. Fallo favorable a cambio de dos millones y medio de euros de soborno. Los fajos de billetes los encontró la Policía en la casa del juez corrupto. Con todas las pruebas, las autoridades han detenido al presidente del Supremo y a los jueces con los que se iba a repartir el botín.

Al oligarca no lo han apresado. No pueden. Huyó a Francia en 2019 cuando Ucrania le acusó de malversación de fondos y lavado de dinero.