De la burla al poder
Cuando las bromas salen caras: la cena de corresponsales que empujó a Trump a la Casa Blanca
Los detalles Obama ridiculizó a Trump en la cena de 2011, pero la humillación lo motivó a postularse. Ahora, la Casa Blanca busca evitar sorpresas y controla quién puede subir al escenario.

La Casa Blanca ha decidido cancelar la participación de la comediante Amber Ruffin en la tradicional cena de corresponsales, argumentando que buscan evitar que el evento "se centre en la política de división". La decisión se produjo después de que Ruffin, en su podcast, llamara a la administración de Donald Trump "una especie de grupo de asesinos", según reveló 'The Daily Beast'.
Esta polémica exclusión marca un nuevo episodio en la relación tensa entre la Casa Blanca y la prensa, una historia que ha tenido momentos clave en este mismo evento.
Un evento con historia: las bromas que cambiaron la política
La cena de corresponsales ha sido, durante décadas, un espacio donde los presidentes en funciones combinan humor y mensajes políticos. Sin embargo, este ambiente festivo ha tenido consecuencias inesperadas.
Uno de los episodios más recordados ocurrió en 2011, cuando Barack Obama lanzó una serie de bromas dirigidas a Donald Trump, quien se encontraba entre los asistentes. En aquel entonces, Trump promovía teorías conspirativas sobre el lugar de nacimiento de Obama y coqueteaba con la idea de postularse a la presidencia. Obama no dejó pasar la oportunidad y, entre risas de la audiencia, le dijo que si llegaba a la Casa Blanca la convertiría en un casino.
El golpe fue tan mediático que muchos analistas consideran que esa humillación pública fue el punto de inflexión que llevó a Trump a acelerar su carrera política. Cinco años después, en la cena de2016, Obama volvió a hacer chistes sobre el republicano, cuando su candidatura aún parecía una broma para muchos. Un año después, Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos.
Pero ya desde su llegada a la Casa Blanca, Trump mostró su desprecio por el evento. En 2017 y 2018, siendo presidente, decidió no asistir y llegó a calificar la cena de corresponsales como una "vergüenza para EEUU".
Un evento cada vez más controlado
En los últimos años, la cena de corresponsales ha evolucionado en un espectáculo con alfombra roja, donde muchas veces hay más celebridades que periodistas. Mientras tanto, el control sobre la prensa en Washington ha crecido. Trump mantuvo una relación tensa con los medios, vetando a 'The New York Times' y 'CNN' de algunas comparecencias oficiales.
Ahora, con Elon Musk consolidando su influencia en el ecosistema mediático y en la narrativa pública, la cena de este año se perfila como un evento con reglas nuevas. La exclusión de Amber Ruffin parece ser solo el primer paso en la construcción de una ceremonia "a la medida" de quienes controlan el discurso.