El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, continúa sin posicionarse sobre los campos de deportaciones propuestos por el plan del Gobierno de ultraderecha de Giorgia Meloni y aprovecha la migración para criticar a Pedro Sánchez. El gobierno español se opone firmemente, como ha reiterado en múltiples ocasiones, a recluir a los migrantes en estos centros: "No estamos a favor de ese tipo de fórmulas porque no atajan problemas y crean otros nuevos". Entre los países que también rechazan el 'método Meloni' se encuentran Bélgica y Alemania, que no consideran esta opción para albergar a todos los migrantes que reciben. Francia, por su parte, se muestra escéptica.

Sin embargo, la propuesta de Meloni ha encontrado aceptación entre algunos socialdemócratas daneses y en Países Bajos, donde se sugiere enviar migrantes a Uganda. En el 'team Meloni' también están Grecia, Austria, Chipre, Malta, República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia, lo que muestra que la mayoría de los países apoyan un modelo que hace unos años era considerado "ilegal" por las mismas instituciones que ahora lo respaldan. Esto ilustra cómo el discurso xenófobo está calando en Europa.

Es innegable que la extrema derecha ha ganado peso en Europa en los últimos años, formando parte de siete gobiernos, apoyando externamente al de Suecia y siendo la primera fuerza en Austria y Francia. Esto está teniendo consecuencias, ya que están imponiendo su bandera dialéctica de la xenofobia, con la complicidad de la presidenta de la Comisión Europea. Medidas que antes eran impensables están siendo aceptadas; en diez meses, Europa ha pasado de firmar un Pacto Migratorio, que aún está en proceso, a aceptar deportaciones, expulsiones y cierres de fronteras. Muchos de los países que ahora aceptan estas medidas también enfrentan problemas demográficos.

¿Pero hay datos que respalden este discurso? Los últimos informes de Frontex indican que no existe una crisis migratoria como la de 2015, ni un aumento de la migración irregular que justifique estas medidas. Hasta septiembre de este año, han llegado a Europa 166.000 migrantes irregulares, un 42% menos que en los mismos meses de 2023. Esto demuestra que, al poner obstáculos en una ruta (especialmente hacia la costa italiana), quienes huyen de situaciones difíciles buscan otras alternativas, como la ruta hacia Canarias, que ha visto un aumento.

En España, la situación es urgente. Los datos de Frontex y del Ministerio del Interior muestran que el problema persiste. Hasta ahora, las entradas irregulares en España han aumentado un 60% en comparación con el año pasado, y en Canarias se han duplicado. Esta situación resalta la necesidad de tomar medidas, como la reforma estancada de la Ley de Extranjería. En septiembre, Canarias registró el segundo mes con más entradas del año, solo superado por enero, después de un verano con cifras récord (6.000 entre julio y agosto). Mientras los dos principales partidos no logran llegar a un acuerdo, Clavijo advierte que las entradas podrían superar en 10.000 a las de 2023 para diciembre.