Rebelión silenciosa

Los demócratas plantan cara a Trump: protestas en silencio con vestimenta rosa y carteles que dicen "falso" marcan su discurso

Los detalles Mientras Trump hablaba, una joven levantó un cartel que decía "esto no es normal"; también algunos congresistas demócratas, vestidos de rosa, alzaron carteles con lemas como "Trump miente".

Los demócratas plantan cara a Trump: protestas en silencio con vestimenta rosa y carteles que dicen "falso" marcan su discurso

En medio de las constantes propuestas radicales y un discurso lleno de contradicciones, Donald Trump se enfrenta a una creciente resistencia dentro del Congreso, especialmente de los demócratas, que no dudan en alzar la voz contra sus decisiones más controvertidas.

El más reciente en plantar cara al presidente fue Al Green, quien, con sus 77 años y su bastón, desató una explosiva intervención en su primer discurso en la Cámara. Green le gritó de manera tajante que no tenía derecho a cortar las ayudas sociales como la de Medicaid, y minutos después, fue expulsado de la Cámara, dejando claro que las voces disidentes no serían bien recibidas.

Sin embargo, Green no fue el único. Mientras algunos demócratas optaron por protestas silenciosas, otros decidieron destacar de manera más visible su desacuerdo. La primera muestra de desobediencia ocurrió justo cuando Trump hacía su entrada al Capitolio, recibiendo un cálido recibimiento de sus aliados más cercanos.

Fue en ese momento cuando una joven alzó un cartel que decía "esto no es normal", lo que provocó la mirada curiosa de Trump, quien ignoró el gesto. La situación escaló cuando un miembro de su equipo despojó violentamente el cartel de las manos de la chica y lo lanzó al aire, ante la mirada impotente de la manifestante.

El simbolismo también jugó un papel importante en las protestas. Un grupo de congresistas del Caucus de Mujeres Demócratas optó por vestirse de rosa, mostrando su rechazo al liderazgo de Trump, un mensaje directo sobre la imposibilidad de seguir adelante con su gobierno en la Casa Blanca. Algunas de las prendas llevaban mensajes en la solapa, como "nosotros somos la gente", una clara crítica a las políticas que afectan principalmente a las mujeres.

La protesta alcanzó su punto álgido con los carteles circulares levantados por los demócratas cada vez que Trump ofrecía una mentira. Con lemas como "Trump miente", "Musk roba" o simplemente "falso", los congresistas dejaron en claro su desacuerdo con la retórica del presidente. A pesar de estos gestos, Trump continuó con su discurso, arropado por su partido, que lo aplaudía en pie, mientras los demócratas permanecían firmes en sus asientos.

El contraste entre los aplausos en pie de los republicanos y el rechazo silente de los demócratas dejó claro que la división en el Congreso es más profunda que nunca. Trump, claramente incómodo con la falta de ovaciones de sus adversarios, no pudo evitar soltar una frustrante exclamación: "No hay manera de que me aplaudan".

Las protestas en el Congreso dejan en evidencia un clima tenso y polarizado, donde las voces disidentes están más dispuestas que nunca a desafiar la administración Trump. La pregunta es hasta dónde llegarán estas confrontaciones y si, finalmente, el presidente logrará mantener su influencia sobre un Congreso que ya no es tan fiel como antes.