El Partido Popular se enfrenta a una situación que refleja múltiples matices en relación a las protestas que tuvieron lugar frente a la sede del PSOE en Ferraz, desde quienes consideran que estas manifestaciones son una expresión popular legítima, hasta aquellos que enfatizan la importancia de respetar la ley y la necesidad de autorización previa para tales eventos. En medio de esta variedad de perspectivas, el partido busca satisfacer a todos sus miembros y simpatizantes.

La tensión en el PP se ha hecho palpable, ya que existen dos versiones para calificar lo sucedido en Ferraz. Personalidades importantes dentro del partido como Ayuso o López Miras ya se han pronunciado.

Por un lado, algunos consideran estas manifestaciones como una acción "sana" y parte de un "movimiento social contra el PSOE". Por otro, están quienes insisten en que se debe respetar la ley y que las manifestaciones sin autorización previa no son legales. La división interna se hace evidente.

En este escenario, destacan las palabras de María Guardiola, quien habló de manifestaciones "previstas y autorizadas". Estas declaraciones no pasaron desapercibidas para Esperanza Aguirre, quien citó el artículo 21 de la Constitución en un tuit para argumentar en contra de la necesidad de autorización previa.

Sin embargo, el debate sigue abierto en el seno del PP, y la diversidad de opiniones sobre las manifestaciones en Ferraz parece lejos de resolverse.