Polémica en Castilla y León
El doble rasero de Carlos Pollán: de favorecer a Vox a silenciar a la oposición en las Cortes de Castilla y León
Ejemplos claros La diputada de Vox llamó al gobierno "golpistas, dictadura y represión", y Pollán defendió su derecho a expresarse. Sin embargo, cuando Podemos lo llamó "profesor de la ideología fascista", Pollán le retiró la palabra y lo interrumpió.
Este miércoles, el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán (Vox), protagonizó una nueva polémica al aprobar una propuesta del Partido Popular (PP) para elegir a los jueces del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad, a pesar de que la iniciativa obtuvo más votos en contra (35) que a favor (31).
La justificación dada por Pollán fue que dicha propuesta era la única presentada para llevar a cabo este proceso, una decisión que ha desatado duras críticas, especialmente por parte de la oposición, que denuncia una clara falta de imparcialidad en su gestión.
Pollán, quien ocupa el cargo de presidente de las Cortes, debería actuar con neutralidad y equilibrio, según el mandato institucional. Sin embargo, no es la primera vez que se le cuestiona por su comportamiento partidista. Desde que asumió el cargo, ha protagonizado diversas polémicas relacionadas con su actitud hacia los partidos de la oposición, lo que ha alimentado el debate sobre su capacidad para mantener la objetividad que exige su función.
La hemeroteca muestra que Pollán ha recurrido en varias ocasiones a un comportamiento claramente sesgado. En algunos casos, ha sido muy permisivo con las intervenciones de los diputados de su propio partido, mientras que con los representantes de otros grupos parlamentarios, su actitud ha sido radicalmente diferente.
Un ejemplo claro de este doble rasero ocurrió cuando la diputada de Vox, a raíz de un ataque al gobierno de Pedro Sánchez, se refirió a este como "golpistas, dictadura y represión". A pesar de la gravedad de las palabras, Pollán se negó a retirar la expresión del diario de sesiones y defendió el derecho de la diputada a utilizar esas palabras, apelando al "respeto por las expresiones de los demás".
Sin embargo, su actitud cambió de manera drástica cuando las críticas iban dirigidas a su propio partido. En otra intervención, el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, calificó a Pollán de "profesor de la ideología fascista". Ante este calificativo, el presidente de las Cortes le pidió varias veces que retirara la expresión, e incluso le retiró la palabra, impidiendo que terminara su intervención y obligándole a regresar a su escaño.
Estos y otros incidentes han levantado las sospechas de que Pollán utiliza su puesto para defender los intereses de Vox, en lugar de cumplir con el principio de imparcialidad que le corresponde como presidente del Parlamento autonómico. Un claro ejemplo de ello ocurrió cuando un diputado de Ciudadanos denunció un insulto de un miembro de Vox y, al dirigirse al presidente de las Cortes, Pollán respondió con un frío "continue, señoría", como si nada hubiera ocurrido, ignorando la gravedad del incidente.
La oposición no ha tardado en reaccionar, señalando que Pollán no está capacitado para ejercer la función de arbitrar las sesiones parlamentarias con la imparcialidad que requiere su cargo.