En medio del acuerdo, una fotografía. Pero no es una foto conjunta de PSOE y Junts, sino dos imágenes por separado: una del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y otra del expresident catalán Carles Puigdemont. La escenificación de la no escenificación, un gesto que habla por sí mismo.

Santos Cerdán, negociador del PSOE, estampó su firma a las 12 del mediodía en el Hotel Sofitel de Bruselas. Mientras tanto, a solo 350 metros de distancia, Jordi Turull, secretario general de Junts, hacía lo propio. A las 14.00 horas, en el Press Club de Bruselas, Puigdemont ofrecía su versión del acuerdo en una rueda de prensa.

Puigdemont ha elegido el mismo escenario que en octubre de 2017 para dar a conocer el acuerdo. Se cierra el círculo: el principio y el posible fin de su exilio. Los detalles no pasan desapercibidos para el expresidente, quien ha compartido un poema de Salvador Espriu en su cuenta de Twitter, reflejando el despertar del pueblo catalán.

El 9 de noviembre no es una fecha cualquiera. Se cumplen 9 años desde la consulta organizada por Artur Mas, por la que fue condenado y que ahora, gracias a la ley de amnistía acordada con los socialistas, podría ser perdonado.

En un cúmulo de detalles, destaca la ausencia de una imagen conjunta de socialistas y Junts firmando el acuerdo. Una puesta en escena que sí se vio durante las negociaciones, pero que se evitó en el momento cumbre de la firma. La escenificación de la no escenificación deja una poderosa impresión: un acuerdo sellado en silencio, con imágenes separadas, pero con un significado profundo para la política catalana y española.